Los castros

Los castros son el tipo de construcción más generalizado por todo el noroeste hispánico durante la Edad del Hierro. Sin embargo, los castros de la actual Galicia y del norte de Portugal constituyen el núcleo básico y mejor definido de este tipo de hábitat. Estas construcciones sirvieron en sus distintas etapas para residencia de la población y también como recinto defensivo.
Su carácter defensivo puede observarse en múltiples aspectos:por la forma oval o circular y por estar emplazados en promontorios y lugares altos, que facilitan su defensa ; además de estas ventajas del emplazamiento, la mayoría de los castros presenta una fortificación hecha a base de varios muros escalonados, terraplenes y fosos. En algunos casos se aprovechan accidentes naturales,como los ríos,para reforzar sus sistema defensivo.

En el interior de los castros se han hallado restos de viviendas habitadas e incluso de una rudimentaria urbanización  , aunque ésta pueda deberse a influencias romana posteriores, como sucede en el castro de Viladonga (Terrachá).
Sin embargo, no todos los castros presentan síntomas de haber sido habitados de forma regular. En estos casos se supone que su función sería la de servir de residencia temporal o de refugio en caso de guerra. Posiblemente, algunos de estos castros fueron construidos con motivo de la lucha de los castreños contra las tropas romanas.
Las viviendas del interior de los castros eran casi todas de forma circular y de dimensiones reducidas. Estaban construidas, en sus comienzos, con materiales vegetales y barro, y posteriormente, con muros de piedra.












Algunos castros de grandes dimensiones encerraban en su interior innumerables viviendas que incluso formaban barrios entre si y tenían servicios colectivos, como el agua. Estos castros grandes se denominan citanias y son buenos ejemplos de ellas las de Briteiros, en Guimarães (Portugal), y Santa Tecla, en O Rosal (Pontevedra).
La forma de las viviendas y el mismo emplazamiento de los castros han tenido gran pervivencia en la historia de Galicia. Las casas de  tipo circular todavía existen en las montañas orientales de Lugo y muchas iglesias y ermitas se han construidos sobre viejos castros. Esta pervivencia de los castros como lugar de asentamiento de la población lo confirma la gran tradición folklórica que en torno a ellos se ha conservado. En muchos lugares, creen que han sido obra "dos mouros".